La Justicia según los Presocráticos

ESPECULACION IUSFILOSOFICA DE LOS PRESOCRATICOS


El origen de la filosofía académica griega se da cercana al siglo V.I a.n.e gracias a las sociedades helénicas retratadas en los mitos griegos y busca eliminar lo milagroso que hay en el cosmos y así poder sujetar al individuo a las leyes sin necesidad de ninguna deidad. La también llamada especulación iusfilosofica se dio por multitud de factores, entre ellos la producción amplia de mercancías, el desarrollo del comercio, la industria, la ganadería, la agricultura, la economía y la aparición del estado, el derecho, la política y las clases sociales; además de los más importantes que fueron las consolidaciones de las polis, la oposición entre el trabajo intelectual y el manual y la esclavitud.

En consideración con la esclavitud algunos autores resaltan la importancia de esta respecto a la consolidación del estado griego gracias a que la división del trabajo a gran escala logró el florecimiento del mundo antiguo y así mismo la constitución de la civilización griega.

Así como la esclavitud fue importante para la civilización griega, el helenismo lo fue para la Europa moderna ya que fue esencial la herencia cultural que dejó en cuanto a la transformación que le hicieron a las ciencias. Según la tradición helénica, los griegos no inventaron la civilización sino que se la robaron a los dioses, esto es parte de la cosmovisión creada por Homero y Hesíodo que dio pie para que los denominados siete sabios se encargaran de estudiarla

Para Platón los siete sabios fueron Tales de Mileto, Pitaco de Mitelene, Bías de Priene, Solón, Cleobulo de Lindos, Misón de Quenea y Quilón; ellos se encararon de tomar el papel de legisladores y es dignificante su aporte a la especulación iusfilosofica por ser reformadores de la constitución y al fin y al cabo: reguladores de la vida social.

Dichos filósofos se sirvieron de la ausencia de castas sacerdotales y de la falta de interpretación oficial de los mitos religiosos para introducir una perspectiva de logicidad universal elaborando una reflexión crítica sobre el fundamento material del ser, a diferencia de los presocráticos que buscaban saber el fundamento filosófico del cosmos.

Entre los siete sabios se destacaron Tales de Mileto por ser considerado el padre del saber filósofo y Solón gracias a su gobierno donde destacó por su revolución política que logró transformar la oligarquía en democracia y la constitución que abolió las deudas privadas y públicas, dividió al Estado en 4 clases y creo un consejo para la polis.

En este orden de ideas, encontramos a los presocráticos que Hernan Ortiz menciona: Tales, Anaxímenes, Anaximandro, Pitágoras, Heráclito, Parménides, Zenón, Meliso, Anaxágoras, Empedocles, Jenófanes, Filolao y Alcmena; y a los romanos: Cicerón, Varrón, Séneca, Tito Lucrecio, Plutarco, Clemente de Alejandría, Hipólito, Orígenes, Aurelio Agustín, etc.

El problema, según Hernán Ortiz radica en la falta absoluta de obras de dichos filósofos que generan controversia y riesgos por la duda de que la teoría de un filósofo este o no en su debido contexto histórico o si es cierto lo que le atribuyen a cada autor; pero algo cierto es que la esencia de la reflexión filosófica presocrática busca el origen, el sustrato y la causa material o espiritual del cosmos. Si bien todos los presocráticos cumplieron papeles importantes en la sociedad fue por el interés y la importancia que tenían en la vida moral, política, jurídica, económica, educativa, religiosa, mitológica, lingüística y estatal, cumpliendo papeles importantes en sus respectivas polis para resolver los problemas de la sociedad, de la cultura o del individuo mismo. Dicho interés es llamado la “filosofía de la cultura”

Entre los presocráticos más destacados está Anaximandro quien fundamenta su doctrina a causa de las tensiones internas de la polis griega, se destacó mucho por enfocarse en el ámbito jurídico-político, en especial sobre la lucha de clases donde representa la justicia a través del apeirón, que se convierte en su base fundamental y racional de la metafísica.

El filósofo involucra conceptos jurídicos y éticos para explicar la lucha entre el hombre y el tribunal en la sentencia; también tiene como modelo la idea de justicia y Anaximandro se basa en la polis jonia para crear una legalidad socio-juridica, siempre para resolver los conflictos interestatales  de las polis y los problemas de derechos de los individuos, ya que la lucha de clases deja vacíos judiciales.

Así mismo, Hernán Ortiz nos presenta la ida de justicia de Pitágoras, planteando la duda que se tiene de la existencia de dicho filósofo, siendo para unos un gran exponente de la especulación iusfilosofica, y para otros un simple invento o peor aún, un personaje menos importante e inteligente de lo que se suele tener idea. Según la obra de Ortiz, Pitágoras fue un emigrante que creó una secta mitad política y mitad religiosa donde a sus discípulos los regía bajo una vida regulada por principios ascéticos, políticos y filósofos y disponía de sus estudiantes para enseñarles gimnasia, música, geometría y matemáticas basando su filosofía en los epos homéricos y hesiodicos  creyendo en la inmortalidad del alma.

Después de esto, Ortiz también plantea como Heráclito ve la ley y la justicia, siendo el más genial de los presocráticos, es importante ver sus ideas que como la mayoría de los presocráticos se conservan muy pocos fragmentos.

Heráclito introdujo el pensamiento dialectico, dándole cierto rigor y profundidad y a través de este consolidó su teoría de la unidad y lucha de los contrarios; además de esto, dicho filósofo consideraba al fuego relativo al logos, centrándose en la importancia del fuego para la existencia del hombre definiendo al mundo como un fuego siempre vivo y eterno, y al fuego como el símbolo de movilidad y luz indispensable para la visión.

Como el logos es tan importante en la filosofía griega, el hecho de que el fuego sea la representación del logos, deja en conclusión que todo lo existente está orientado por el logos, por lo tanto, por el fuego.

Para dar entendimiento de la lucha de los contrarios, Heráclito dice que todas las cosas son equivalentes al fuego y así mismo los contrarios se complementan o bien surgen de ellos, creando una sola unidad que explica no solo el mundo físico sino el mundo individual y cultural.

Para explicar el mundo individual y cultural, se responde a la idea del logos jurídico que no necesariamente resuelve el problema de la desigualdad sino que todo lo contrario, es aquel que hace a unos hombres libres y a otros esclavos, concluyendo así que el derecho no implica igualdad sino un desequilibrio económico, social, político y cultural; dicha teoría es el fundamento de la doctrina de Heráclito que reconoce la guerra real entre individuos, pero que esta guerra, discordia o lucha como es lo común y general de la sociedad viene a ser la fuente, necesidad y esencia de la naturaleza y la sociedad y sin esto, no habrían dioses y humanos, esclavos y libres, gobernantes y gobernados, estado y derecho; y siendo así, tampoco existiría una vida económica, social, jurídica, política y cultural.

En este orden de ideas, Hernán Ortiz finaliza el capítulo mostrándonos la alegoría de la justicia en Parménides, el filósofo más importante en la escuela eleática que con una proyección cósmica, vincula a la justicia con el ser, con la necesidad y con la verdad para mantener todas las cosas en su lugar definiendo y limitando los fines del individuo

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