Filosofía del Derecho Contemporaneo
FILOSOFIA DEL DERECHO
CONTEMPORANEO
Luego de la
hecatombe producida por las dos guerras mundiales y la cantidad de sucesos
atroces que caracterizaron al siglo XX pasando por los holocaustos y la bomba
atómica, y también por las dictaduras crueles que acecharon las naciones,
creció cada vez más la pretensión de destruir la utopía.
Si bien, José
Arízala busca finalizar su libro con la última y actual época en la que se
desarrolla la filosofía del derecho, también compara las nuevas doctrinas con
las generadas en el siglo XX y aún más, las del Renacimiento, la Edad Media e
incluso, la Roma y Grecia Antigua.
Es esencial
empezar esta época de la filosofía con el fascismo italiano, que planteaba que
el individuo existe para el estado cuando coincide con él, es decir, que el
estado es la verdadera realidad del individuo, por lo tanto, el estado tiene
todo el poder y limita los derechos asfixiando las libertades públicas; éste
régimen iuspositivista le dio al nazismo la capacidad de completar y
transformar el estado a través de una revolución nacional-socialista, inspirada
en la autoridad y el gobierno interpretada por un fuhrer, donde la norma era
voluntad de él y él era quien tomaba todas las decisiones.
Para Carl Schmitt,
dentro del régimen nazi no hubo principio de legalidad, estando la norma
carente de justicia y humanidad. Dicho filósofo buscó unir el derecho con la
política, definiendo a esta última como algo independiente de la razón, del
bien y de la justicia, una manifestación de la voluntad que no puede estar
separada de una autoridad fuerte.
A pesar de ser
Alemania la nación que desencadenó las dos guerras, también dio origen a
grandes pensadores que contribuyeron a la doctrina del derecho; José Arizala
cita a Husserl, Heiddeger, Jasper, Gadamer, Marcuse, Benjamin, Adomo, Habermas
y a quien enfoca mucho: a Gustavo Radbruch.
Gustavo Radbruch
fue un filósofo exiliado por el régimen nazi por sus principios democráticos y
estudió el constante conflicto entre el positivismo y el naturalismo, y entre
el derecho y la moral; su doctrina la basaba en un derecho justo y conveniente,
y lo definía como la realidad que tiene el sentido de servir a la justicia,
esto se podía hacer a través de un conjunto de normas positivas y generales que
regularan la vida en sociedad. Entre las ideas más importantes de Radbruch
estaban los valores que iban a regular el derecho, entre ellos el valor
individualista, que plantea la libertad en sociedad (El hombre como individuo);
el valor supraindividual, que es la relación del hombre con el poder y su
colectividad (El hombre como ser social); y el valor transpersonal, relacionado
con los valores culturales y la vida en comunidad (El hombre como creador de
valores culturales); estos valores no debían depender de la voluntad del estado
ya que eran creación del derecho natural.
Kauffman cree que
los valores mencionados anteriormente son expresiones de la misma persona
humana considerada como un todo, es decir, que el fin del derecho era regular
al hombre como individuo, como persona social y como portador de cultura,
siendo además el fundamento y la meta del derecho.
Gracias a este
pensamiento donde la idea del derecho es una imagen del hombre y lo concibe
como el fin de este mundo, como un ser autónomo y heterónomo, se renueva la
filosofía del derecho con nuevas corrientes como la Analítica, la Hermeneutica
Contraactualista y las Teorías procedimentales de la justicia, dando paso a que
nuevos pensadores en América Latina también pudieran debatir sobre el
Iusnaturalismo, como Luis Recasens; sobre la Lógica Jurídica Eduardo García
Maynez y Francisco Miro Quesada; sobre la fenomenología Carlos Cossio y sobre
la ética y los Derechos Humanos Carlos S. Nino, además de los filósofos
colombianos citados por Arizala: Rafael Carrillo, Luis Eduardo Nieto, Julio
Enrique Blanco, Gayetano Betancour y Abel Naranjo.
La renovación de
la filosofía del derecho se debió al cambio de época y al nuevo milenio que
aparte de modificar esto, también introdujo un nuevo pensamiento y obrar de los
hombres, todo gracias a la influencia de la ciencia y la tecnología.
La globalización y
la internacionalización de las relaciones económicas dieron paso a corrientes
tales como el neoliberalismo o el marxismo, y cada vez más países fueron
llevando sus regímenes a una corriente democrática representativa llevada por
la idea del liberalismo y del socialismo tan cercano a un régimen
político-social ideal. La creación de pactos internacionales para regular los
Derechos Humanos, el cuidado del medio ambiente y la conformación de tribunales
de justicia lograron humanizar el derecho, característica que muchos juristas
vieron con mucho agrado por la cercanía de crear un orden social justo y
pacífico que acabe con las ideas totalitaristas que antes amenazaban la
convivencia humana, y con el fin de reformar las ideas de pensadores medievales
que veían al Estado como una bestia, evolucionando este concepto a la idea de
que la fuerza debe ser necesaria para la realización del derecho, pero debe
estar regulada y disciplinada para lograr una coacción soñada donde pueda el
derecho y el poder mandar imperativamente en la soberanía residida en el
pueblo.
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