Concepto Aristotelico de la justicia

EL CONCEPTO ARISTOTELICO DE JUSTICIA

Como bien sabemos, Aristóteles fue discípulo de Platón, por lo tanto es importante primero resaltar el pensamiento que le transmitió el maestro al alumno.

Aristoteles (384 - 322 a.C)

Para Platón, la República Ideal estaba representada por un gobierno autocrático dentro de un Estado autoritario que impartiera la justicia mediante el poder; el que primero vio los peligros que esta república ideal podría traer fue precisamente Aristóteles y es que a diferencia de su maestro, él planteaba que la justicia debía ser impartida mediante el derecho, ya que si era impartida mediante el poder, como lo quería Platón, el régimen absoluto al que se aspiraba, podría degradarse fácilmente; para esto, Aristóteles propuso un Estado oligarca que estuviera gobernado por un solo hombre, así por medio de la parcialidad, la pasión y la emoción, era más fácil mantener dicho régimen.

Sumado a esto, Platón sugiere que el hombre se debe mantener dentro de unos límites y deberes y que solo las autoridades eran capaces de elegir la función que el hombre debía cumplir dentro de la comunidad, suprimiendo cualquier clase de libertades y dejando las profesiones de los individuos en manos del Estado, que según Platón, eran lo suficientemente prudentes y omniscientes para determinar las capacidades y habilidades que tenía una persona y asignar un rol en el que debía permanecer y cumplir los deberes y obligaciones que este trajera.

Pero con base en lo anterior, el problema radica en los asuntos personales y el favoritísimo que pueda influir en las decisiones de las autoridades, además de que es prácticamente imposible que se pueda juzgar y conocer a una persona como para determinar lo que ella vale y si funciona o no para la sociedad, esto afecta en que se supriman todos los derechos individuales, dejando solo en funcionamiento los deberes éticos y sociales.

Muy diferente a la justicia de Platón, está la de Aristóteles, quien a pesar de reconocer que el Derecho consigue una justicia incompleta también afirma que la justicia debe ser impartida a través del  Derecho ya que “Son las leyes, las que deben ser superiores”.

En conclusión, Aristóteles define a la justicia como una proporción o un término medio en donde los iguales deben ser tratados de igual manera, desarrollando una idea de justicia más favorable respecto a la de Platón, es el caso en el que Aristóteles afirma que los bienes del mundo deben ser distribuidos entre los ciudadanos, proporcionalmente al mérito, haciendo referencia a la meritocracia y a la capacidad que pueden tener las personas de elegir su profesión respecto a sus habilidades y lo que ellos consideren mejor, es donde por mérito, si se pueden ganar las cosas que se merecen.

Aristóteles clasifica la justicia en dos: una es la justicia distributiva que conforme al principio de igualdad, el legislador le asigna derechos públicos y privados a los ciudadanos, ya que cada uno debe recibir las cosas que merece cada quien, algo así como una igualdad proporcionada; la segunda clase de justicia es la correctiva, que funciona después de cierta distribución de derechos y consiste en la garantía y protección de dicha distribución, y así pues, es el juez quien garantiza la violación de derechos.

Platón (427-347 a.C)

Ambas tienen como fin la correcta proporción de la vida social, que es el concepto que propone Aristóteles de justicia, definiéndola como un término medio o una proporción, y dicha proporción se va a cumplir solo con estas dos formas de aplicar la justicia.

Siguiendo con la comparación entre los ideales de justicia de Aristóteles y los de Platón, es necesario recalcar la forma en que cada uno creía necesaria para adquirir y conservar el poder, estando uno guiado a impartir la justicia por medio del poder y otro por medio del derecho.

Según Platón, quien era el que estaba convencido de que la justicia solo puede realizarse en un Estado Autoritario, creía que solo mediante el ejercicio del poder se podía conseguir la justicia, pero el riesgo se ve en la fuerte centralización que exige la justicia, además de la prudencia y extrema autorestricción que habría en la República platónica.

El mayor contraste a la república platónica se da con el laissez-faire, una expresión francesa que significa “dejen hacer, dejen pasar” que al contrario de Platón, y de la idea de Aristóteles de impartir la justicia mediante el derecho, concibe la libertad de seguir la vocación y las capacidades que bien le gusten al individuo.

Para concluir, el concepto aristotélico de Justicia percibe una prevalencia del Derecho que promulgue unas reglas jurídicas de carácter general para que el individuo desarrolle su personalidad y talentos y se mantenga un equilibrio entre la libertad y la autoridad.